SER PADRES. |
NORMAS CLARAS EN LA EDUCACIÓN INFANTIL
Que no cambien cada día.
Los padres necesitan una serie de normas claras y precisas para mejorar el comportamiento de sus hijos.
Las normas básicas de estas reglas son:
• Que sean estables. Tanto en caso de cumplimiento como de incumplimiento de las reglas. Siempre ha de tener las mismas consecuencias.
• Que no cambien de un día para otro.
• Que sean conocidas y comprendidas por ambas partes (padres y niño).
• Que sean predecibles, que se conozcan perfectamente antes de que se incumplan, no después.
Y como siempre esto es la teoría porque cada día un está de una forma, porque ni los padres son robots ni tienen que ser pedagogos.
Fuente: www.masmasculino.com
El reto de comenzar el preescolar
Para el pequeño, la
entrada en el colegio no tiene referentes. Es una experiencia que no puede
imaginarse porque nunca la ha vivido. Es entrar en contacto con un mundo
desconocido que puede resultar muy atractivo si el ambiente está dispuesto de
forma tal que lo invita a explorar y a divertirse. Significa también para el
niño dejarse atender (cuidar, alimentar, asearse) por personas que le son
ajenas. Implica separarse de mamá y papá, quienes representan su puerto seguro,
para ir a intercambiar con el otro, en este caso las maestras y los
niños.
Los seres humanos
nacemos con un instinto que nos induce a la exploración y a la búsqueda de
conocimiento. Este elemento es el motor que conduce al niño a querer explorar
este mundo nuevo-preescolar/maternal. Cuando ese maternal o preescolar
representa una experiencia buena, es decir, cuando el niño se encuentra con un
ambiente amoroso, contenedor y lleno de estímulos variados que le permitan
explorar con libertad; el niño podrá ir descubriendo que el mundo fuera de casa
puede ser también seguro y confiable, y a partir de allí, comenzar ese hermoso
proceso de construir conocimiento asistido de nutritivas
maestras.
Para que esta primera experiencia se convierta en una situación sana de crecimiento y aprendizaje para la vida, debemos tomar en consideración los siguientes puntos:
Para que esta primera experiencia se convierta en una situación sana de crecimiento y aprendizaje para la vida, debemos tomar en consideración los siguientes puntos:
1. La selección del
maternal o preescolar. Al seleccionar una institución, realice varias visitas a
diferentes colegios. Pregunte acerca de cómo conducen el proceso de adaptación,
pregunte si le permiten a los padres acompañar a su hijo/a durante los primeros
tiempos. Pregunte acerca del nivel de formación de las maestras, de la rutina,
las actividades y la evaluación. Conozca el espacio, observe la limpieza, el
orden, la creatividad de los trabajos en las carteleras, los espacios exteriores
y observe las interacciones del personal con los niños. Piense en cómo se
sentiría su hijo/a en ese lugar.
2. Desde que su bebé
es muy pequeño acostumbre a despedirse de él “siempre”. Cuando salga de la
habitación para ir a la cocina a buscar el tetero, explíquele lo que va a hacer
y dígale que ya volverá. Cuando se vaya al trabajo despídase siempre de él y
dígale que luego volverá. Nunca se vaya a escondidas. Los niños necesitan tener
sucesivas experiencias en las que ven que mamá o papá se van y siempre regresan.
Nunca subestime la capacidad de comprensión de su bebé. Siempre anticípele lo
que va a suceder y acompáñelo en las primeras experiencias.
El bebé, desde que
nace, está construyendo la confianza en el mundo que lo rodea a partir de las
primeras experiencias que provienen de ese intercambio con mamá. Cada vez que
tiene hambre o alguna incomodidad, mamá aparece para atender su necesidad,
calmarlo y contenerlo. La sucesión de estas primeras experiencias positivas le
permiten al bebé ir construyendo la noción de que el mundo es un lugar seguro y
de que él/ella ha llegado a un lugar en donde es amado. Las continuas
experiencias de este tipo le permiten ir fortaleciéndose dentro de sí,
construyendo la noción de unos “padres internos” que lo cuidan y que le muestran
el mundo desde la seguridad del ambiente familiar. Es por esto que es muy
importante que su hijo/a pueda tener una primera experiencia en donde le sean
respetadas sus necesidades.
Existen maternales
que tienen estructurado un período de adaptación para los niños que ingresan por
vez primera, en el cual contemplan las necesidades individuales de cada niño y
permiten que éste vaya adaptándose gradualmente acompañado de algún adulto
cercano.
3. Una vez
seleccionada la institución, procure realizar una visita inicial previo al
comienzo del año escolar en la cual su hijo tenga la oportunidad de conocer a la
que será su maestra, su salón de clases, el parque y el baño (si este es el
caso).
4. Comience
asistiendo al maternal con cortas estadías que vayan aumentando gradualmente
hasta completar una jornada completa.
5. Ayude a su hijo a
construir vínculos con su maestra. Vaya hasta el salón y entregue personalmente
a su hijo (si es posible). Coméntele a la maestra algo que hayan hecho en la
tarde y que sea significativo para su hijo. Como por ejemplo, la lectura de un
cuento, una visita a un lugar de interés, una preparación de una receta de
cocina.
6. Si en el colegio
le permiten acompañarlo durante los primeros días o semanas, esto será
fundamental para usted y su bebé.
La convivencia dentro
del colegio les va a permitir a ambos ir construyendo la confianza en el lugar y
en la maestra, comprender la rutina, conocer los diferentes tipos de
actividades, entre muchos otros elementos. Todo este proceso le brindará la
oportunidad de despedirse con la certeza de que su hijo será bien cuidado, que
tendrá actividades de aprendizaje entretenidas y de que estará en un ambiente
seguro. Por su parte, su hijo, aunque probablemente sienta tristeza al
despedirse de usted, sabrá que se queda en un ambiente que ya no le es
desconocido, tendrá una maestra afín en disposición de acompañarlo y calmarlo,
sabrá dónde están los juguetes que más le interesan. Todos éstos son elementos
que le darán la seguridad necesaria para calmarse y disfrutar de esta nueva
experiencia.
7. Cuando se despida
sea breve, explíquele que se irá (nunca se vaya a escondidas) y que luego
volverá a buscarlo. Si usted siente ansiedad y no se siente segura, su hijo lo
percibirá y se le hará difícil despedirse de usted. Cada mañana cuando lleve a
su pequeño al colegio trate de acompañarlo hasta que éste consiga algún material
para explorar. Cuando su hijo haya establecido una conexión con el material o
con una maestra, proceda a despedirse brevemente con un comentario que le haga
saber que usted siempre volverá por él/ella.
8. Si considera
necesario, lleve algún elemento que le dé seguridad a su hijo, como un peluche,
una mantica o algún objeto que pueda recordarle la casa.
9. Siempre prevea
tiempo para bajarlo del carro con calma. Los tiempos de los niños son diferentes
de los nuestros. Ellos no entienden de tráfico, de reuniones con jefes, ni de
horas. Salga con suficiente anticipación de casa para que su hijo no se sienta
atropellado a su llegada al colegio. Los niños requieren de tiempo para
integrarse y separarse, si se les apura, pueden retraerse haciéndose la
despedida más difícil.
La oportunidad de
ofrecerle a su hijo una primera experiencia escolar cálida, positiva y nutritiva
de separación y de cuidado fuera de casa, es una valiosa oportunidad de
aprendizaje y crecimiento para hijos y padres.
Licenciada en Educación
Mención Preescolar
Centro de Enriquecimiento Infantil CEI-WEI